No sé si ya os habéis dado cuenta, pero en este blog nos encanta hablar de temas “tabú”. Adoramos abrir las puertas a la discusión con uno mismo acerca de sus valores, de sus creencias, y que la gente, mediante nuestras palabras, se llegue a replantear cosas que jamás se le hubieran pasado antes por la cabeza. 

En este particular caso, queremos hacer referencia a un tema que probablemente haya pasado por la mente de todos aquellos que habéis hecho clic en el enlace de este artículo: ¿Mantendrías relaciones sexuales con alguno/a de tus amigos/as?

Somos conscientes de que gran parte de la sociedad inmediatamente se “escandalizaría” al pensar en esto, pues el hecho de que el sexo se interponga en medio de una relación amistosa podría echarlo todo a perder. Además, si uno se enamora del otro y el sentimiento no es recíproco, ¿qué haréis? ¿deberíais partir peras? Sabemos del cierto que es un tema muy fácil de teorizar, pero complicado a la hora de poner en práctica. Pero ahora enserio… ¿te has planteado seriamente hacer una proposición a una de tus amistades más allegadas? 

Veréis publicados en Internet miles y miles de artículos acerca del tema, más concretamente acerca de un estudio (el estudio de Boise State University) que se realizó a personas que habían practicado el sexo con un amigo o una amiga y se afirmaba que 3 de cada 4 de los encuestados no habían tenido ningún problema a posteriori que hubiese dañado su previa relación de amistad.

De hecho, si buscáis a través de la red, podréis observar que la mayoría de resultados os harán saber que el sexo de manera esporádica no tiene porque significar nada más de lo que la misma palabra nos dice, sexo. Ni sentimientos ni dramas de por medio. Como decimos, un meneíto para el cuerpo y luego a tomarnos una cerveza en el bar de siempre (cuando se podía salir, vaya).

El momento en el que te podrías empezar a plantear las cosas es cuando uno de vosotros o ambos queréis mantener una relación de amistad con derecho a roce, pasando de algo ocasional a algo que ocurre con una frecuencia determinada. En estos casos es francamente importante que desde el principio de este tipo de “relación” se haga claramente saber cuál es el principal objetivo (spoiler, el sexo) y cuales son los límites que nunca se deberán sobrepasar. Por ejemplo, que no pueden existir los celos si salís con alguien más, que no haya ningún tipo de dependencia o exclusividad entre vosotros, que no os tratéis el uno al otro de manera distinta de lo que lleváis haciendo todo este tiempo… Multitud de ejemplos que cada uno deberá marcar o decidir según cuáles sean sus motivos o sus necesidades.

Ahora, todos sabemos por nuestra experiencia en algo llamado “toda nuestra vida”, que cumplir promesas es algo difícil de mantener; hace falta mucho y esfuerzo y caer en la tentación es algo a lo que todos estamos destinados a hacer en incluso demasiadas ocasiones a lo largo del tiempo, y todos los presentes sabemos de qué estoy hablando. *Guiño, guiño*

Pongamos las cartas sobre la mesa: las relaciones son tan variables que nunca sabes lo que puede suceder. Un día tienes las cosas más claras que el agua cristalina de las Islas Maldivas y de repente te levantas de la cama al día siguiente con tus argumentos mentales hechos pedazos. Quizás series míticas como Friends nos han hecho creer que, aunque te enrolles con alguno de tus mejores amigos y se produzca algún tipo de conflicto, al final las cosas siempre saldrán bien, pero amigos y amigas de este nuestro blog, esto no es una sitcom destinada a hacer pasar un buen tiempo a los telespectadores, ¡esto es la vida real! Y si ya es cierto que todo no es tan idílico, nuestras cabezas y nuestros sentimientos multiplica, al menos por diez, el nivel de dificultad.

¿Por qué? Os preguntareis. A veces le damos demasiadas vueltas a todo y creemos que toda acción tiene algún doble significado, cuando quizás es algo tan sencillo como lo que se te presenta. 

Cada persona vive su propia vida y tendrá una opinión totalmente válida al respecto acerca de cualquier dilema o cuestión que nos plantee la vida, pero vaya, que si alguien con quien tienes gran confianza te propone un trato sexual consensuado y ambos sentís atracción física y emocional… oye, ¿por qué no? Plantéatelo.

Agradecimientos: Foto de Personas creado por nikitabuida – www.freepik.es