Cuando empezamos una relación con una persona debemos tener en cuenta que también la empezamos, aunque de forma no tan directa, con sus padres.

La mayoría de las veces, esta relación es buena, ya que son las personas a las que más quiere tu pareja y eso ya te hace crearte una estima hacia ellos. Pero hay algunos casos en los que las experiencias son más bien lo contrario, ya sea por falta de entendimiento, por pensamientos muy distintos, costumbres diferentes, etc.

Desde Zhazz queremos daros algunos consejos para facilitar la relación y que sea lo más placentera posible. De lo contrario, la relación puede verse afectada y esto es algo que no te interesa que pase.

Respétales

Aunque esto se aplique a todas las situaciones de la vida, este caso no es menos. Ante todo, hay que respetar a los padres de tu pareja, esas personas que le han dado la vida a la persona con la que tú pasas tu vida ahora. Cuando haya momentos de discusión o la cosa se ponga tensa, hay que aprender a contar hasta 10, armarse de paciencia y morderse un poquitín la lengua para no soltar lo que estás pensando en ese momento. Piensa que igual tú lo ves de una manera y tu pareja lo vea de otra, como la de sus padres, ya que, al fin y al cabo, lleva más tiempos con ellos que contigo y las costumbres van a ser las mismas que las suyas.

Si tienes algún problema con ellos, háblalo con tu pareja

Como hemos repetido en muchas ocasiones, y en Zhazz es algo que apoyamos 100 %, la comunicación es el pilar fundamental para que una relación funcione. Si hay algo que te preocupa, sea lo que sea, háblalo con tu pareja y trata de desahogarte con él/ella.

¡Pero cuidado! Es posible que si hablas de ciertos temas con tu pareja sobre sus padres pueda llegar a molestarse. No le pongas entre la espada y la pared, nunca le pongas en contra suya y, sobre todo, vigila tus palabras, tus expresiones y tus gestos a la hora de afrontar el problema con tu pareja (no sería el primero ni el último caso de parejas que rompen su relación por culpa de un enfrentamiento con los padres en el que la pareja no va a posicionarse contigo).

No dejes manipularte (o lo que es lo mismo, no les hagas la pelota)

Llevarse bien con tus suegros no significa bailarles el agua en todo lo que digan o hagan. Tienes que ser tú mismo, imponiendo tus ideales, tu manera de ser y de ver las cosas, siempre desde el respeto, como ya hemos comentado.

Marca una distancia considerable entre vosotros – ellos

No es bueno ni que invadan vuestra intimidad ni que estéis meses sin veros. Marca un punto intermedio en el que todos os sintáis cómodos: que ellos no se sientan apartados de su hijo/a y que tú no te agobies por su constante presencia.

Mira el lado positivo de sus cosas

Aunque seguramente habrá aspectos negativos que no te gusten de ellos o que no compartas, intenta ver las cosas positivas que pueden ofrecerte tus suegros.

No te metas donde no te llaman

¿Conoces el refrán? Pues aplícalo desde el segundo 1 que conozcas a los padres y familiares de tu pareja. A veces es mejor no meterse en temas familiares, ya que tus opiniones pueden ser distintas y, si hablas más de la cuenta, pueden llevarse una impresión de ti que no les guste demasiado. Si son temas que te incumben por supuesto debes interferir, pero en el momento en el que son cosas que no van contigo, a no ser que te pidan opinión o sea una conversación positiva, intenta no involucrarte demasiado.

Pero… ¿Y qué pasa cuando el/la suegro/a eres tú?

Vamos a ponernos en la piel del otro lector, ese que está leyendo este artículo, pero en la historia hace el papel de suegro/suegra. Sabemos que las intenciones con las que tratas a tu hijo/a y a la pareja de éste son las mejores y solo quieres ayudarles, pero debes saber que en el momento que se comparte más tiempo con otra persona, hay ciertos aspectos, así como opiniones, formas de ver algunas cosas, etc., que cambian.

También debes aprender a asimilar que tu hijo/a ya no te necesitará para todo, y que ciertas necesidades que tiene, ahora se las cubre su pareja.

Otro de los errores comunes es que pienses que todas las decisiones que tome tu hijo/a que no las entiendes estén, en realidad, condicionadas por tu yerno o nuera. Ellos también se hacen mayores y cambian su forma de ser y de pensar y son pocos los casos en los que, en realidad, está detrás la pareja.

Si sabes parar a tiempo la tendencia de pensar en estas situaciones, poco a poco irás respetando el espacio de tu hijo/a y su pareja y asimilando y aceptando que él o ella es feliz así, con la compañía que ha elegido.

Agradecimientos:

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