Innumerables son las veces que hemos oído esa frase de… “El primero amor nunca se olvida”. Aunque también os diremos una cosa… “El primer amor no llega siempre en ese orden”. Porque si bien es cierto que la primera vez que sientes mariposas en el estómago y se te acelera el corazón con solo ver a esa persona es especial, lo es más la segunda experiencia que tienes en cuanto a sentimientos se refiere.
Para empezar, dejemos claro que no solo existe un amor verdadero, pueden haber más en tu vida, todos ellos distintos y especiales. También tendremos a más de una pareja, todas ellas diferentes, y ninguna es mejor que otra ni más o menos importante, ya que en ese momento que tú lo estás viviendo, no existe nadie más y no hay nadie mejor que él/ella.
Películas, novelas románticas, series… Todos estos formatos han contribuido a que tengamos ese pensamiento. Pero no recomendamos idealizar los sentimientos, ya que nada tendrán que ver después con la realidad.
El primer amor es la primera experiencia, pero es que el segundo amor te pilla más maduro, y eso se nota. Supone muchos beneficios para ti, para tu pareja y para vuestra vida en común. Cuando somos adolescentes, somos incapaces de controlar nuestras emociones, principalmente porque muchas de ellas las estamos experimentando por primera vez. En cambio, cuando crecemos tenemos más experiencia en todo, y aunque el amor nos vuelva un poco ciegos, tenemos la capacidad de reaccionar según lo aprendido anteriormente, para no cometer errores del pasado o, de igual forma, para repetir lo que sí funcionó y tan felices nos hizo en aquel momento.
Cuando empezamos una nueva relación, es mucho más sencillo poner en práctica todo lo aprendido de las anteriores. La clave está en respetarse el uno al otro y, también super importante, la atracción. Con estos dos puntos claros, la relación irá viento en popa siempre que sea una relación honesta, sana, madura y bonita.
Es importante también conocernos a nosotros mismos y saber qué queremos y qué estamos buscando. Y eso se tiene cada vez más claro con el paso de los años. Es por eso que la madurez supone un punto clave en cuanto a amor se refiere. En una relación adulta tendrás más capacidad para mantener el control y las emociones.
Por lo tanto, el segundo amor es más probable que sea mejor que el primero. Además de por la experiencia de las anteriores relaciones, también nos encontraremos en un momento de nuestra vida más estable. Esto nos ayudará a que la relación funcione y a que nuestra historia de amor sea lo más estable y duradera posible.

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