Un estudio dice que el cociente intelectual (CI) de los jóvenes aumentaba de forma constante a partir de la Segunda Guerra Mundial, pero parece que está cayendo en picado. 

¿Por qué tras la Segunda Guerra Mundial aumentaba y ahora parece que desciende? Es lo que se conoce como el “efecto Flynn”, según el cual el CI de la población sube década tras década.  Una serie de investigaciones del Reino Unido realizadas desde 1938 hasta 2008 estiman que la tasa de crecimiento del CI está en torno a 2 o 3 puntos por década.

El “efecto Flynn” viene del investigador James R. Flynn que estudió este fenómeno y los autores del libro The Bell Curve, Richard Herrnstein y Charles Murray, le dieron ese nombre en su honor. Sobre el porqué subía el CI de los jóvenes parece que está relacionado con:

  • Una mejor nutrición.
  • El acceso público de la educación.
  • La iluminación artificial que permitía al cerebro estar más horas on (según alguna teoría).

Un grupo de investigadores noruegos han realizado otro estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, y han llegado a la conclusión de que la inteligencia de los jóvenes ha comenzado a caer al menos 7 puntos por generación…  ¡por primera vez en la historia desde que se realiza este estudio!… y parece que se debe a:

  • Los cambios en el hábito de la lectura.
  • La dedicación a los ordenadores y las pantallas.
  • La atención pasiva que requieren.

Clara tendencia a la tontera

Queda muy bien lo de “investigadores de la universidad de… han descubierto que…” pero cuando he leído esta noticia en Internet he pensado: “eso ya lo sabía yo”. No es que “uno” sea más listo que un “grupo de investigadores de la universidad de”, es que no hay más que OBSERVAR y sacar CONCLUSIONES:

Leer:

  • Si lees ves las palabras escritas y te montas una película en tu cerebro.
  • Si bes la pelicúla en una pantaya, no bes cómo se escriven las palabras… ¡y claro!

Ver:

  • Las horas dedicadas a leer disminuyen día a día (al leer menos se hacen menos conexiones neuronales nuevas, hay menos pensamientos).
  • Las horas dedicadas a ordenadores y pantallas aumentan día a día (no hay que hacer tantas conexiones nuevas, no hay que pensar tanto, te lo dan pensado).

Atender:

  • Leer requiere una alta atención y concentración para entender lo leído (el cerebro trabaja a pleno rendimiento, hace gimnasia cerebral).
  • Las pantallas captan la atención (de ahí su éxito) pero no exigen concentración (puedes ver una película y a la vez freír un par de huevos, prueba a leer un libro y a la vez freír un par de huevos… y verás).

En una entrevista realizada recientemente a Stavros Yiannouka, CEO de la Cumbre Mundial para la Innovación en la Educación (WISE), le preguntan “¿Están los escolares abusando de la tecnología?”, el CEO responde, “Cómo aprendemos es fundamental porque te permite seguir aprendiendo. La forma que aprendemos define nuestra capacidad, es una habilidad fundamental en nuestras vidas. Pero creo que el contenido, lo que aprendemos es también vital. Hay algunas áreas de conocimiento que yo calificaría como no negociables, como la escritura y la lectura”.

En mis años mozos a la hora de ligar, buscar pareja, flirtear, hacer nuevos amig@s había el tópico de “estudias o trabajas”… hoy el tópico podría muy bien ser “en qué redes sociales estás?”, o “¿a qué famosos sigues?”, o “¿qué serie estás siguiendo?”, o ¿……….…………? 

En efecto, amigo Flynn, hay una clara tendencia a la tontera.