El significado de amor está claramente asociado con el concepto de “pasión”, algo que se mueve dentro de todos nosotros con una fuerza inexplicable.

¿Acaso es esta fuerza la que nos lleva a hacer locuras por amor? ¿Estamos dispuestos todos a cruzar el charco y/o cantar en público en medio de una calle transitada para conseguir a esa persona?

En este magazine estamos continuamente hablando acerca del amor; al fin y al cabo es nuestra razón de ser, y sin nuestra estima a todo el entorno que envuelta a este concepto, Zhazz sería imposible de poder tirar adelante.

Entonces, nos vemos en la obligación de referirnos de manera reiterativa al amor como algo preciado que debemos vivir y experimentar todos en algún momento en nuestras vidas gracias al gran poder que nace dentro de nosotros, pero también escribimos sobre el desamor, algo que, de la misma manera que el amor, habéis pasado todos/as aquellos/as que estáis leyendo estas palabras, incluso la persona que las está escribiendo.

Pero, ¿en alguna ocasión hemos mencionado las locuras que se nos pasan por nuestras cabezas con tal de conseguir vivir en un estado de felicidad junto a la persona que amamos y deseamos? Creo que no, y es por eso que hoy os traemos la posibilidad de reflexionar acerca de aquello que estamos dispuestos a hacer por el amor de nuestras vidas así como aquello que no pensamos hacer ni aunque en ello se nos fuesen ciertos millones de euros.

El ser humano vive de impulsos, es algo que se sabe, mas estos deben ser controlados y ser emprados con cautela para no llegar a convertirnos en entes totalmente irracionales. Sin ir más lejos, no nos es extraño escuchar que nos gusta vivir de aquellas emociones que hacen que se nos erice el bello de nuestros brazos, pues es en este momento en el que sabremos que estamos disfrutando verdaderamente de la vida. Es por eso, entre otras cosas, que cuando se trata del amor más profundo, estamos dispuestos a correr los riesgos sociales y laborales que hagan falta para poder mantenernos al lado de nuestro/a amado/a. ¿Hasta aquí todo correcto?

Para poder continuar con este artículo, lo que se presenta a continuación es un listado de aquellas “locuras” a las que todos estamos acostumbrados a escuchar, de manera que podremos observarlas de manera individual y decidir si nos valen o no la pena a la hora de auto aplicarlas en nuestras vidas. Cabe decir que dicho listado está inspirado en un artículo extraído de un diario digital llamado Vanguardia.com.

Cosas que se hacen por amor

Dicho esto, lo que estamos dispuestos a hacer por locuras es:

  • Dejar atrás nuestras raíces abandonando nuestra ciudad, país, para ir en busca de esa personas especial
  • Cortarnos el pelo hasta quedarnos calvos/as e incluso raparnos, si hace falta, una ceja para que la otra persona vea lo especial que es para nosotros
  • Declinar la oferta de trabajo de nuestras vidas para poder permanecer al lado del amor de nuestras vidas
  • Organizar algún tipo de coreografía en la calle mientras te acercas cantando a pleno pulmón a aquella persona a la que quieres confesar tu amor mediante la pedida de matrimonio
  • Escaparte por la ventana de tu casa sin que tus padres no se den cuenta y estar dispuesto, entonces, a romperte todos los huesos que haga falta
  • Tatuarte el nombre de la otra persona
  • Organizar una boda improvisada; y es que como no puedes esperar a tener organizada la boda de ensueño, te acercas a la iglesia y/o ayuntamiento del pueblo más cercano junto a los padrinos escogidos y que probablemente acabes de conocer

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Es verdad que alguna de las opciones mencionadas parece más bien algún ritual espiritual en el que un chamán te pida que te cortes el pelo para conseguir X, y hay otros de los que probablemente te arrepentirás algún día u otro, como por ejemplo el del tatuaje, algo que todo el mundo recomienda que nunca llegues a hacer. A pesar de esto, hay que admitir que algunas de ellas son incluso bonitas, románticas, y sin duda alguna algunos/as de nosotros/as haríamos sin pensárnoslo dos veces. ¿Por qué? Porqué qué más da el trabajo que tengas si eso significa poder levantarle cada día al lado de aquella persona que te hace vibrar, qué más da vivir en un país en el que ni tan sólo conoces el idioma si tienes a tu amor para hacerte de guía y perderos por lugares donde podréis disfrutar de veladas románticas en plena solitud. Genial, vaya.

Algo que también resulta interesante en este listado planteado es el ejemplo de “saltar por la ventana”, pues es algo que se asocia claramente a los adolescentes que aparecen en películas hollywoodienses y que en general, aquellos/as que vivimos en bloques de pisos es bastante complicado que realicemos. La pregunta que me gustaría plantear entonces es; ¿están los adolescentes más capacitados de decidir hacer aquello que el cuerpo le pide? La respuesta es clara; sí. Nos lo explica la psicóloga Ana Juliana Becerra, los adolescentes no ven matices en aquello que hacen, en aquello que hacen o lo dan todo o no dan nada, y como todavía desconocen donde está el límite de la mayoría de cosas, opinan que si por aquella persona de la que están colgados no se entregan con auténtica pasión, tienen la sensación de no amar de la manera correcta.

Sea como sea, resulta evidente decir que cometer alguna locura en nuestras vidas por lo que hace al amor siempre está bien; siempre resultará divertido de explicarlo una vez haya pasado el tiempo, pero hay que ir con pies de plomo para no cruzar la raya de lo inadecuado y convertirnos en alguien 100% dependiente de la persona a la que queremos y olvidarnos por completo de lo demás. Recordad, las locuras son adecuadas siempre y cuando la cautela esté permanentemente en nuestras sienes.

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