Es verdad que el amor idílico, el de película, es algo a lo que todos aspiramos en la vida, pero a veces debemos bajar las nubes y estar dispuesto a abrir los brazos a la imperfección, a la cruda realidad. El amor es algo que viene, y hay veces en las que se va, y ojalá que no fuese así.

No podemos vivir esperando continuamente a nuestro príncipe azul o princesa… ¿azul también? Vivir un cuento de Disney debe ser maravilloso, pero debes abrir los ojos e ir un poco más allá. Amor significa compartir tu vida con alguien con quien cada día, a pesar de ser exactamente igual que al anterior, sabes del cierto que estará allí para quererte y para adorarte, no con alguien que vive en una telenovela de principios del dos mil.”

Actualmente vivimos en un momento en el que parece que la vida se regenta a través de las tecnologías y las relaciones que nos permite crear con el resto de la humanidad. Desde hace ya décadas, podemos disfrutar de elementos como lo son la televisión, la radio… Y a pesar de que el elemento que sobresale por encima del resto en estos momentos es indudablemente Internet, todavía perdura un concepto socializador de masas que mueve una barbaridad de dinero en todo el mundo; el CINE.

Es indiscutible que el cine forma parte, en mayor o menor grado, de nuestras vidas. Hay algunos a los que no les llama mucho la atención, y hay otros que no pueden vivir sin él. Al fin y al cabo, todo en esta vida tiene adeptos y “haters”, vocablo que en breves aparecerá en cualquier diccionario. El caso es que el cine, desde sus inicios más primitivos, ha servido como motivo para estar rodeado de aquellos a los que quieres, para pasar un día todos juntos. ¿Y qué haríamos sin las palomitas y la Coca-Cola en mano cada vez que pretendemos ser absorbidos por esas pantallas de grandes dimensiones? Apocalipsis, no cabe duda.
La pregunta que nos gustaría formular entonces es: ¿Cuál creéis que es uno de los géneros más vistos? Dejadme deciros que se trata, ni más ni menos, que de las comedias románticas.

¡Ay, el amor!, esa sensación de felicidad, esa sonrisa que nunca se borra de la cara del/de la enamorado/a… Algunos/as de vosotros/as estaréis pensando en estos momentos que se trata de películas que no aportan demasiada cosa a la industria, que todas acaban de la misma manera y no se pueden considerar más que productos comerciales. No pasa nada, todos nos equivocamos.
Quizás no se trate de un género merecedor de un Óscar, quién sabe, pero la verdad es que tiene una labor que pocos géneros más saben conseguir; hacer salir a las personas de la sala con una sonrisa de mejilla a mejilla.
Aquellas personas que van a ver este tipo de películas tienen un simple objetivo: evadirse de la realidad, olvidar todos sus problemas durante los 90 minutos que dura el largometraje. Que algún contenido es demasiado “ñoño”, qué más da, cuanto más acaramelado, mejor.

¿Cuál es entonces el “problema”? Qué hay gente a la que le gustaría vivir de manera permanente en la pantalla, y desconoce que la vida funciona de otra manera. Si eso ha llegado a ser de esta manera es por el continuo uso de “mitos” que utilizan las diferentes películas los cuales tratan de marcar cánones de comportamiento en la sociedad y que parece que se han perpetuado para el resto de nuestras vidas.
Es imprescindible mencionar que algunos de estos no pretenden nada más que aportar valores positivos a la sociedad, pero también hay que ya están demasiado “usados”

Vamos a ver algunos ejemplos de las técnicas más usadas en cine romántico explicados en el estudio del año 2014 titulado como “Influencia del cine en la idealización del amor romántico” presentado por Glenda Cuetos para la Universidad de Oviedo (Área de Psicología Social):

1. Los polos opuestos se atraen

Cuanto más distintos seáis el uno del otro, más apasionada será vuestra relación de amor; una técnica a la que se recurre constantemente. ¿Cuántas veces hemos visto a la típica chica guapa, inteligente con perspectiva de futuro que se enamora del patán de turno infantilizado? Demasiadas.
En la vida real lo que queremos es alguien compatible a nosotros con el que tengamos cosas a común que compartir

2. Se debe sufrir por amor

En el cine, para que triunfe el amor debemos seguir el patrón “chico conoce-pierde-recupera chica”, un tipo de relación realmente parecido a una montaña rusa, es decir, con miles de problemas.
En la vida real, lo que se hace con estas parejas es categorizarlas de tóxicas y la recomendación acostumbra a ser precisamente alejarse de ella.

3. Siempre tenemos una media naranja

No es nada nuevo que haya multitud de personas en este mundo que opinan que ahí fuera hay una persona echa por y para nosotros, aquella con la que algún día te encontrarás y que te hará imposible poder enamorarte de alguien más, pues todo en esta vida lo haréis juntos cogidos de la mano.
En la vida real hay personas que a lo largo de la vida han disfrutado del amor de varias personas y han estado igual de enamorados. No todo tiene que ser perfecto y de color rosa. Precisamente, si me permitís una pequeña reflexión, sabes que estás enamorado/a de alguien cuando sus imperfecciones hacen de la persona, para ti, alguien perfecto.

4. La mujer debe ser la conquistada

A pesar de vivir en un momento en el que la mujer continúa reivindicando su valía y luchando por la igualdad de derechos, hay muchas ocasiones en que el cine todavía muestra como la mujer debe ser la que se espera sentada en un banco a que la venga a recoger el hombre. Tan sólo deben poner ojitos.
En la vida real hay aquellas mujeres que son las que toman la iniciativa y deciden empezar a hablar con el hombre que les gusta. Y gracias a ellas la sociedad es un poco menos arcaica. Vosotras sí que valéis.

5. La cultura de la que provengas no importa

Qué más da si tú eres rico y ella es pobre, si tú eres negra y ella es blanca, si tú vives en Manhattan y ella en el Bronx. El amor es capaz de romper todo tipo de barreras socio culturales.
Realmente bonito, y ojalá fuese así en la vida real; y es que por mucho que nos pese, solamente hace falta ver las características de cada pareja: nos movemos siempre con nuestro entorno y tendemos a categorizarnos. Yo, persona blanca de clase media con estudios superiores debo salir con una persona de las mismas características. El entorno en el que nos educamos, crecemos y nos movemos a lo largo de nuestra vida propicia todavía más este hecho.

La idealización del amor en el cine
La idealización del amor en el cine

Es verdad que el amor idílico, el de película, es algo a lo que todos aspiramos en la vida, pero a veces debemos bajar las nubes y estar dispuesto a abrir los brazos a la imperfección, a la cruda realidad. El amor es algo que viene, y hay veces en las que se va, y ojalá que no fuese así.
No podemos vivir esperando continuamente a nuestro príncipe azul o princesa… ¿azul también? Vivir un cuento de Disney debe ser maravilloso, pero debes abrir los ojos e ir un poco más allá. Amor significa compartir tu vida con alguien con quien cada día, a pesar de ser exactamente igual que al anterior, sabes del cierto que estará allí para quererte y para adorarte, no con alguien que vive en una telenovela de principios del dos mil.

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