¿Siguen los padres educando a sus hijos de forma machista? ¿Es el machismo cuestión de estado y por ende de las escuelas, o cuestión de la educación propiamente dicha y por ende, de los padres? Estas son algunas de las preguntas más controvertidas en el presente y que llegan a desbordarnos por no encontrar la clave para erradicar el problema.

Sin embargo, si algo tenemos claro es que EDUCACIÓN no es una palabra cualquiera, es la palabra y todos somos causa y efecto de la misma y en consonancia debemos dar ejemplo de la propia.

Pero abarquemos ahora la que os toca como padres. Ojalá un día no necesitemos cuestionarnos si quedan atisbos de machismo en la educación por parte de los padres, lo cierto es que actualmente ésta es nuestra realidad y la palabra “atisbo” es irrisoria comparado con el MACHISMO en mayúsculas que acontece a diario. Solo hay que fijarse en el incremento del mismo en la adolescencia, cada vez se da en edades más tempranas, y esto, sin duda, es un fiel reflejo de lo que podemos encontrar de puertas hacia dentro.

Si nos fijamos en el pasado 8 de Marzo, existió mayor participación de las adolescentes, lo que nos hace cuestionarnos que la necesidad de lucha se extiende de manera vertiginosa a otras edades, al igual que nos hace ver, que en la lucha está quien la sufre, por lo que es una muestra inequívoca de que el machismo se extiende a grupos cada vez más jóvenes. Así también observamos que, la violencia, que cada vez es más fuerte contra la mujer, es directamente proporcional al posicionamiento, cada vez mayor, de la misma. O lo que es lo mismo, mientras más mujeres salen a la calle a alzar la voz, más se enfurecen los machistas y más adoctrinamiento quieren ejercer sobre ellas.

Así que, llegados a este punto, preguntarnos si hoy en día se educa bajo el machismo está de más, por que de esto hay y mucho, y como padres, preguntaros si sois machistas y qué podéis hacer para remediarlo, es sin duda, un buen comienzo.

Ya sabemos que ejercer de padres es aprender a base de ejemplos, no tenemos conocimientos previos de cómo actuar ante esta situación, educar es la responsabilidad más grande que una persona puede tomar ante la vida, pero, y si creo que educo bien a mis hijos y no es del todo cierto.

Aprender y enseñar es un acto casi involuntario, los niños aprenden por imitación, así de simple y de alentador. Por ello debemos hacernos responsables, primero de quienes somos como personas, luego como padres y posteriormente de todo aquello que queremos que nuestros hijos aprendan, porque tan importante es la escuela y el apoyo del estado, del cual aún queda mucho por decir y cambiar, como el papel que tomamos ante nuestros hijos, teniendo el deber de responsabilizarnos de quienes somos, tanto y más, como de quiénes serán nuestros herederos educacionales.

Como personas y sobre todo como padres, debemos cuestionarnos cada día si la herencia que traspasamos a nuestros hijos es propia de una cultura de igualdad, de lo contrario estaremos alentando el vuelo de una crisálida y su posterior efecto mariposa, y, esto, te aseguramos, trae consecuencias devastadoras.

«El aleteo de las alas de una mariposa, puede provocar un tsunami al otro lado del mundo»

No sabemos muy bien qué hacer con todos aquellos personajes que se aferran a ideologías machistas, pero si podemos ayudar a todas aquellas personas que no saben que lo son y creen en el feminismo. Aquí encontrarás algunos casos para saberte machista:

  • Las tareas del hogar no las repartes igualitariamente entre hijas e hijos, entonces eres machista.
  • Te enfadas y en consecuencia ignoras a tus hijos, eres machista.
  • Dices a tus hijos que los hombres no lloran porque si lo hacen se convierten en el sexo débil, eres machista.
  • Prohíbes a tu hija jugar al fútbol o a tu hijo jugar con muñecas, eres machista.
  • Cuando permites que tu figura como padre sea la autoritaria en la casa, eres machista.
  • Cuando le dices a tu hija que no pueden acostarse con un hombre en la primera cita porque pierda eso que la hace pura y que de algún modo, de forma intrínseca, sirve como trofeo para un hombre, porque luego, si lo hace, tu hija no tendrá el mismo valor, ¡ojo! para el hombre,  eres machista.
  • Cuando no explicas e impones, eres machista.
  • Cuando le increpas sus sentimientos diciendo que es una exagerada y que no es para tanto, eres machista.

Si miras bien, estas palabras responden a frases hechas, que ni siquiera nosotros mismos, a veces, nos damos cuenta que tenemos adheridas en nuestros valores, pero existen y dañan tanto teniendo intención como no teniéndola. Por tanto, si contestas que sí en más de uno de estos puntos, entonces eres un padre machista, pero entiende, ser machista no es solo caer en alguno de estos errores, si no además, justificarlos y no sólo justificarlos, si no ignorar los sentimientos de quien te cuenta que eso le afecta. Y cuando como ser humano y padre no te cuestionas que alguien está sufriendo, entonces, tú y sólo tú eres el culpable de ese sufrimiento. Y esto lo único que demuestra es que, una y otra vez, eres machista, machista y machista y, si encima te lo consientes, entonces no tienes perdón de Dios, ni del Espíritu Santo, ni de tus ancestros, ni de tus sucesores…

Queremos pensar que tú, como padre, quieres desaprender esas actitudes que te hacen mal y que empequeñecen la grandeza de tus hijos como seres únicos e iguales que son. Queremos pensar que tú, como padre, harás todo lo posible porque esto ocurra. Queremos pensar que tú, como padre, harás el esfuerzo de, no sólo no practicar estas acciones, si no que a su vez te implicarás en la comunicación social, que como padre entendemos que debes ejercer con otros padres. Es importante que compartamos el conocimiento que, una vez aprendido, nos hará más libres e iguales y que por encima de todo, nos hará mejores personas.

“La educación es amor y cuando amas a alguien todo bien es poco para quien se le procesa dicho amor, por lo tanto, todo amor debería carecer de dolor y estar provisto de igualdad.»

Que así sea.

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