Tener pareja y hacer vida con ella es sencillo cuando ambas personas se sienten capacitadas para hacer que las cosas funcionen, que fluyan a partir de lo que el uno siente por el otro.

Estar enamorados significa ver a la otra persona perfecta, aun con sus defectos, y no querer cambiar nada de él o de ella, pero sobre todo, estar enamorado es seguir aceptándolo o aceptándola y convivir juntos cuando vemos a la otra persona de una forma más real, asumiendo que hay cosas que puede que no nos gusten del todo.

Buscar pareja - ZHAZZ
Buscar pareja – ZHAZZ

¿Hay algo más importante que tener amor? Sí, mantenerlo. Es un sentimiento que debemos alimentar día a día, teniendo en cuenta lo que la persona que tenemos al lado quiere, necesita o bien echa de menos para proporcionarle el mayor bienestar posible. Aunque no todo es tan fácil y bonito,  ¿sabíais que existen algunas conductas que son capaces de destruirlo todo?

La falta de compromiso

En primer lugar, mencionaremos la palabra “fidelidad”. En toda relación debe existir este aspecto, sino, la relación se desgastara, se convertirá en algo tóxico y lleno de reproches, que puede acabar con todo lo demás.

Otro compromiso muy importante es el apoyo y la ayuda a la persona que tenemos al lado con todo lo que podamos, para que se sienta protegida y querida. Si esto falta en alguno de los dos, la otra persona puede acabar cansándose de tirar siempre ella o él del carro, mientras que el otro solamente hace que pensar en sí mismo.

El dominio

Tomar una actitud de control absoluto, de querer dominar los gustos, la forma de ser, las actividades y el tiempo del que dispone la otra persona, acabará haciendo que ésta se sienta un objeto, y eso no es amor.

El servilismo

Claro que ambas partes de la pareja deben preocuparse por el otro y estar atento a sus necesidades, pero nunca por encima de uno mismo. Nunca se debe dar el caso que una persona se acabe sintiendo esclava de la otra, pues quien se encarga de dar todas las atenciones, se acaba cansando de no ser tomado o tomada en cuenta y puede desenvocar en sentimientos como el rencor.

Los celos

Una palabra que puede acabar completamente con el amor que ambos sienten: la desconfianza. Si has sentido o sientes que no puedes dejar de saber dónde está tu pareja en todo momento, con quién estará, qué estará haciendo, acabarás creando una situación incómoda entre ambos y tu pareja no se sentirá libre, un sentimiento que puede frustrarle con el paso del tiempo y replantearse las cosas.

A veces, basta con una buena comunicación para solucionar los pequeños conflictos en cuanto a este tema se refiere, pero si la situación es extrema, lo mejor es que se acuda a un especialista para que se solucione cuanto antes si de verdad no queremos separarnos de esa persona.

Tener hijos en un mal momento

Quedarse embarazados es una de las partes más bonitas en una relación, pero hacerlo en un mal momento o sin que ambas partes de la pareja estéis de acuerdo, puede traer problemas. Antes de nada, deberéis poneros de acuerdo sobre los planes personales de cada uno, la religión, la cantidad de hijos que queréis tener, la convivencia, la economía, etc.

Muchas personas creen que si se encuentran en una situación difícil durante el noviazgo, tener un hijo les resolverá los problemas. Los hijos no solucionan problemas, y traerlos al mundo en un ambiente conflictivo solo puede provocar más distanciamiento y situaciones negativas, esta vez mucho más complicadas cuando hay un niño de por medio.

Querer cambiar a la otra persona

Debemos entender que no hay dos personas iguales, que venimos de distintos hogares, tenemos distintos pensamientos y en ocasiones no siempre estaremos de acuerdo en todo, pero no por ello tenemos que forzar que así sea, porque eso no hará que una relación vaya mejor o peor. Cada uno con sus ideales, debemos adaptarnos y entender los de la otra persona y enamorarnos de cómo es él o ella en realidad, sin tener la más mínima intención de querer convertirlo en otra persona que no le define, porque al final, no se sentirá el mismo.

Si somos conscientes de estos puntos y de que no se den estas conductas en nuestra relación, conseguiremos que el amor no se termine. Hablar con la otra persona y no dejar que los problemas se resuelvan por sí solos es muy importante, con un poco de voluntad e interés por que las cosas salgan bien todo se puede. Y si estos problemas ya han conseguido acabar con vuestro amor, ahora que somos conscientes de ellos debemos hablar igualmente con la otra persona, para acabar decidiendo si la relación merece una segunda oportunidad o se toman caminos distintos.

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