Cuando una relación amorosa termina no resulta fácil para ninguna de las dos partes que la conformaban. Sean cual sean las razones que han ocasionado la ruptura, ambos sienten que una parte de ellos se han ido con aquella persona con la que hasta ahora habían colaborado conjuntamente para crear su proyecto de vida; o más bien el que había sido hasta ahora.

Es una evidencia que cada pareja viene a ser un mundo aparte imposible de relacionar con cualquier otra, pero por mucho que intentemos evitar esta conversación y no mostrar nuestros sentimientos, romper es doloroso. Sí, sí, duele, al menos emocionalmente hablando, y si para empezar a tirar para adelante de nuevo necesitas encerrarte una semana entera comiendo helado las veinticuatro horas del día, no lo dudes y hazlo. Si te vas a sentir mejor, hazlo.

El caso es que, décadas atrás, quizás romper parecía mucho más sencillo. Es probable que os estéis preguntando que por qué; muy sencillo: NO EXISTÍAN LAS REDES SOCIALES.

Aunque parezca mentira, hace no muchos años, hubo un momento en que las vidas de las personas no se regentaban por el número de “likes” de una fotografía o el número de seguidores en una red social. Antes las cosas eran totalmente diferentes, y a pesar de que la comunicación tenía cierto punto de complicación, quizás la sociedad era más libre.

Lo único que hacía falta hace unos años era abrir una gran caja donde guardar todas las cartas, fotografías, regalos, etc… Que tenían cierto significado para la relación para luego cerrarla y guardarla en el desdén hasta que te hubieses olvidado de su existencia. Aunque parezca una exagerada generalización, en muchos casos resultaba ser así.

Pero, ¿qué pasa en el momento en el que todos los pasos de una persona quedan registrados en Internet? ¿Podemos realmente olvidarnos de alguien si no paramos de verle etiquetado en absolutamente todas las fotografías de los amigos que tenemos en común? ¿Podemos realmente olvidarnos de alguien si continuamente observamos lo bien que se lo pasa con otra persona de la cual desconocías su existencia? No nos podemos andar con tonterías. Esto puede llegar a ser realmente tóxico para cualquier persona que deba experimentarlo.

Este mismo hecho fue mencionado en un artículo del diario La Vanguardia bajo el título de “Olvidarse del ex”, publicado en abril de 2013, en el cual se menciona que “hoy, en un mundo diseñado para estar comunicados, eliminar a una persona no es una tarea tan fácil. […] La forma tradicional de romper ya es cosa del pasado, ahora además hay que terminar la relación en materia virtual. Ya no basta con alejarte de esa persona dejando de frecuentar los lugares comunes, sino que también hay que alejarse en Facebook, Twitter, LinkedIn, Instagram, WhatsApp, Pinterest, Tumblr y Google+, entre otros”.

Nos podemos dar claramente cuenta que las redes sociales pueden resultar un lugar donde la tentación de volver a querer sufrir por aquella persona juega a nuestra contra.

Entonces, resulta imprescindible que, en caso de sentir todavía “mariposas” por alguien, la mejor solución es borrarle y bloquearle en todos las vías de comunicación posible. Si, por otro lado, lo que haces es revisar sus datos (fotografías, estados, etc.) más actualizados, saldrás gravemente perjudicado; tal y como se explica en la publicación titulada como “5 cosas que no debes hacer después de una ruptura si quieres encontrarte mejor”  en el blog de psicología “www.psicologaenmadrid.com”, al no conocer la verdadera historia detrás de cualquier dato, tu imaginación surgirá para llenar tu cabeza de pensamientos negativos, algunos de ellos incluso imaginados, que no te ayudarán a poder avanzar y desconectarte de él/ella.

Sin duda alguna, la sociedad sabe de bien cierto que las redes sociales son un entorno complicado de manejar, y es por eso que incluso se han creado aplicaciones que son capaces de eliminar, digitalmente hablando, a tu ex pareja (algunos ejemplos podrías ser KillSwitcho The Ex – App).

Tal y como podemos ver, entonces, la comunidad está tecnológicamente preparada en caso de ruptura sentimental en la era digital en la que vivimos.

Es cierto que decirle adiós a una persona que has querido con locura y con la que te has visto cogidos de la mano el resto de tus vidas es muy fastidioso. Pero… ¿sabes qué? La vida no termina; más bien acaba de comenzar, de nuevo. Y vamos a ser realistas, empezarla de nuevo con un bloqueo en redes sociales quizás lo facilita… De esta manera sí que podrás hacer uso del famoso “No eres tú, soy yo”. Necesitas sanar la herida, y si no recibes notificaciones en las que esté presente, resultará más… más bien menos doloroso.

Es posible que durante una cantidad indefinida de tiempo (cada persona lo sobrelleva de una manera diferente) le recuerdes y quieras desesperadamente volver a sentir su olor, pero habrá algún día que te des cuenta que vales tu peso en oro, y que volver a recuperar la ilusión de enamorarse, es posible.